
Hace 4 años fallecía Juan, nuestro querido amigo y compañero de aventuras...pero sin embargo su presencia en nuestrss vidas es constante, como si nunca se hubiese ido. Pareciera como si en cualquier momento fuera a cruzar la puerta para entrar. Tan fuerte es el afecto que nos dejó que resulta imposible dejarlo ir. No puede ser simplemente un recuerdo y nada mas, un fantasma del pasado. Porque tan fuerte es su legado. Está en cada nota que tocamos y en cada verso que cantamos. Está cada vez que respiramos y en cada latido de nuestros corazones...para siempre.

Nunca más el 1º de Febrero podrá ser un día feliz para nosotros...especialmente para mi que fui amigo de ambos.
ESTEBAN CERIONI